Traducción de Contratos de alquiler o arrendamiento

La traducción de contratos de alquiler o arrendamiento son uno de los documentos más demandados por nuestros clientes. El contrato de arrendamiento es aquel por el cual se cede o adquiere a cambio de una compensación monetaria el aprovechamiento temporal de un bien o servicio.

Si bien, arrendamiento y alquiler se usan habitualmente de forma indistinta y casi como sinónimos, a nivel legal presenta diferencias tales como que el arrendamiento normalmente va ligado a contratos de más larga duración, destinados a la vivienda habitual y presenta unas características a nivel fiscal e impositivo distintas a las del alquiler, que suele contar con contratos menos prolongados y puede hacer referencia no solo a viviendas sino también a bienes muebles o servicios. Cuando se trata de clientes extranjeros se hace imprescindible la traducción de contratos de alquiler o arrendamiento.

Como Agencia de traducción, en CBLingua tratamos con todas las tipologías de contratos existentes, y lo más importante es trasladar al otro idioma de forma fehaciente y veraz el contenido del documento original y de todas las cláusulas existentes. La traducción de contratos de alquiler a veces incluyen clausulas que presentan alguna dificultad añadida y es por lo que se puede requerir no solo la traducción de contrato de alguiler simple sino también jurada oficial.

En nuestras oficinas, los encargos más comunes que nos llegan a este respecto suelen ser la traducción oficial de contratos de arrendamiento de viviendas situadas en el extranjero y donde nuestros clientes necesitan la traducción para presentarla aquí en España para la solicitud de algún tipo de subvención, como justificante de desembolsos realizados en esta materia o como prueba en demandas o casos judiciales para demostrar que se habitaba en determinada localización.

También tenemos el caso de clientes extranjeros que residen en nuestro país y que necesitan justificar el pago de su renta de alquiler de cara a su empresa en su país natal o a la hora de cumplimentar las declaraciones de impuestos.

Los contratos de arrendamiento no tienen una única estructura y longitud, y dependen de los acuerdos y cláusulas que estipulen las partes firmantes. Ahora bien, existen apartados que suelen aparecer en la mayoría de documentos de este tipo, que son los siguientes:

  • Partes del contrato: arrendador y arrendatario, aunque pueden aparecer con distintas denominaciones tales como propietario, dueño, administrador y, por otro lado, inquilino, habitantes, huésped.
  • Información sobre la propiedad alquilada: detallando al máximo su localización exacta y la composición de la vivienda.
  • Duración del contrato y renovaciones: suele ser la parte más importante del documento y la que puede acarrear más controversias, ya que deben quedar meridianamente claras las fechas de inicio del contrato y de finalización, y asimismo los periodos de renovación posibles.
  • Pagos: el importe a abonar por parte del inquilino debe aparecer lo más claro posible, sin posibilidad de error a la hora de traducir la cuantía, trasladando el formato numérico del original al país de destino de la traducción.
  • Fianza: al igual que el apartado anterior, es parte básica de los contratos de alquiler y no puede haber margen para la confusión en cuanto a la cantidad y a los términos por los cuales el arrendador debe devolver la fianza al inquilino a la finalización del contrato o no.
  • Recargos: es la parte donde se especifican las fechas exactamente de pago por parte del arrendatario y a las cuales debe atenerse para no incurrir en demora.
  • Cláusulas varias: hacemos referencia aquí al resto de cláusulas que pueden incluir estos contratos, como son: posibilidad o no de realizar obras o modificaciones en la vivienda, a quién corresponden los gastos de impuestos o mantenimiento de la vivienda, o el permiso de tener mascotas en el domicilio arrendado.

Vemos pues que pueden considerarse contratos estándar, aunque tienen sus propias particularidades, y a la hora de realizar la traducción jurada hay que tener muy en cuenta que se traslada el significado exacto del original prestando especial atención a la terminología legal que suele aparecer en este tipo de escritos.

Nuestros servicios de traducción quedan pues a disponibilidad tanto de arrendatarios como propietarios, clientes en ambos casos habituales de CBLingua.

 

 

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